Lo lamento, el Stand up está de moda

No me molestan las modas en sí, pero tengo la impresión de que terminan por romper algo bueno. Detrás de un hecho cultural que está en boga, hay algo poderoso que muchas veces se pierde por culpa de su rápida masificación. Y pienso en los Emos; no sé, quizás haya algo interesante ahí pero no puedo evitar sentir rechazo por un montón de chicas y chicos disfrazaditos de vampiros anoréxicos. Antes me pasó con los punks, siempre me gustó su música (yo también fui una ramonera que hizo pogo en el Palacio Peñarol) pero todos esos “nenes bien” con la cresta made in peluquería, me sacaban de quicio. Los planchas, por ejemplo, son mucho más respetables, son lo que son y están orgullosos de ello, y en la mayoría de los casos no hay una pose.

Ahora es el tiempo del Stand up Comedy, la moda cultural del momento, así como a finales de los 90 fue la cumbia pop de Chocolate, Los Fatales y un montón más y después con la crisis explotó el rock nacional. Ah sí, todos se sentían los “Rolling” llenando estadios, y hasta tuvimos nuestro propio Woodstock en Durazno con Vidalín como el Don King rockero. El Stand up todavía no es masivo pero ya van a hacer algún programa de televisión y a la mierda con el género.

El otro día fui a un evento top, súper exclusivo (al cual entré gracias a que una amiga se peleó con el novio y le sobraba una invitación), auspiciado por una marca de cigarrillos (cuyo nombre no puedo repetir por razones legales, y además no hago publicidad gratis) y el eje central fue el Stand up Comedy. Las marcas no son bobas, van para donde está la atención y si ya pusieron los ojos ahí: es cuestión de minutos para que esto explote como los hongos después de la lluvia. Bueno, les cuento: en el pub de Punta Carretas estaba la crema del ambiente publicitario, los creativos de varias agencias, los dueños de otras tantas, el Colo Wolman como siempre (¡ese sí que es un adelantado!) al frente del asunto, y varios/as de los nuevos comediantes: Agösto, el actor también conocido por su personaje Alzira -que se subió al carro y ahora es de los que hacen humor de pie-, varios monologuistas que ya he visto en boliches de Montevideo pero que no retengo sus nombres y Leo Lorenzo que ya lleva unos años en el negocio.

Todos estaban ahí para ver a “La loca de mierda”, una mina de unos veintilargos años que se ha transformado en otro de esos fenómenos provenientes de internet. Se llama Malena Pichot, es argentina y logró fama por postear videos contando historias personales vinculadas a su ex, las dietas y los problemas sexuales de una soltera concheta. Tengo varias amigas que son fanáticas de “la loca” y la verdad que tiene los condimentos para triunfar: es muy divertida, linda y sus dramas son los mismos que los de muchas de nosotras. Un cóctel perfecto para hacer catarsis colectiva. Tanto es así que consiguió un contrato para trabajar en la MTV y desde hace unos meses hace Stand up en Buenos Aires. Aunque está sufriendo el drama del que trata esta nota: está de moda.

La cita estaba prevista para las nueve y el show de ella empezó pasadas las once de la noche, pero no me puedo quejar porque hubo tragos sin parar (¡y gratis!) y algunos bocaditos. Antes, en la puerta, hubo problemitas con la “exclusiva lista” y tomaba unos cuantos minutos poder entrar. Primero actuaron Catalina Ferrand (trabajó algunos años en “Verano del...”) y Manuela Da Silveira haciendo algo así como un sketch o un show de Stand up de a dos. Lamentable. Triste pero cierto, pura improvisación sin sentido, apostando todo al carisma de Manuela y el resultado fue un par de momentos simpáticos y nada más. Manuela está preparando un show de Stand up con otras mujeres y una imagina que ahí sí se va a poner las pilas. En el cierre estuvo Ezequiel Campa, un porteño que tiene talento pero que parecía sapo de otro pozo. Mala decisión de la organización no poner a la Pichot al final, era “el show” de la noche y la verdad que lo de Campa estaba en las antípodas, con unos chistes demasiado misóginos, llenos de referencias berretas al sexo anal y a lo feas que son algunas mujeres. No digo que no tuviera su gracia, digo que al lado de “la loca” pareció un despropósito.

La Pichot hizo muchas de las cosas que hace en sus videos y se rió de todo: de su ex novio, del consumo excesivo de toda clase de cosas, de su vida por momentos patética, de las mujeres que manejan, y siempre se rió de ella. Ahí está la clave del asunto.

En fin, antes que el Stand up se convierta en un lugar común para toda persona que se cree graciosa, antes que en carnaval empiecen a hacer monólogos de humor y lo vuelvan una serie de chistes fáciles, políticos y sexuales, les recomiendo que vean algunos shows ahora, cuando todavía no está contaminado. Acá les dejo un video de “La loca de mierda”, hay cientos en youtube y la mayoría son muy divertidos.

La noche estaba linda y casi tibia así que nos fuimos a tomar una cosita más con mis amigas y mientras caminábamos me puse a pensar, la Pichot, ¿conocerá la canción que dice: “Noche, qué noche la de anoche, nocheee”? Me parece que le puede gustar.

Por Amparito Ecthemendy