El cruce del poeta y periodista Macunaíma con un legendario músico uruguayo

El poeta, publicista y periodista Atilio Pérez Da Cunha, más conocido como Macunaíma, conduce en Emisora del Sur el programa Otro rollo, en el que entrevista a personalidades del arte en Uruguay.

Sin embargo, su larga carrera creando y difundiendo arte nacional no le ha evitado problemas con referentes locales. Así le sucedió recientemente, según narró Macunaíma en su cuenta en Facebook,

Macunaíma concurrió al cumpleaños de un amigo, también artista, cuando se dio un incidente que casi le "aguó" la fiesta, según sus palabras.

"Llegó un músico que hace tiempo no veía y cuando fui saludarlo con la efusividad que todos me conocen, me cortó en seco y empezó a decir una serie de improperios tan vagos y absurdos, como dolorosos por lo injustos", contó. "Que lo había dejado tirado, que no se puede contar con comunicadores como yo, que nunca lo había apoyado, y otras cosas confusas que no recuerdo", agregó el poeta.

"Lo único que tengo en esta vida es mi honradez intelectual y humana. No me ufano de muchas cosas, pero sí de no haber traicionado ni haberme traicionado jamás. Estuve y estoy en la resistencia cultural, apoyando a unos y a otras sin pedir nada a cambio y sin otra recompensa que contribuir al fomento de la música y el arte uruguayo de calidad. Diariamente, toco músicas de aquí, de allá y de acullá, música brasileña del sur por el derrotero de mi vida como comunicador y como persona, pero también, y es lo más importante para mí, la música uruguaya de calidad", se descargó.

"Lo vengo haciendo, no desde que empezó la nueva Radiodifusión del Uruguay, sino desde los ya lejanos años 70 cuando comencé en la vieja Cx 42 Radio Vanguardia. Lo hice, pruebas al canto, durante toda la dictadura y durante todo el tiempo que vino después en programas de radios, diarios y hasta en unas experiencias desventuradas en la TV", agregó.

Narró que estuvo dando vueltas en la cama porque no se lograba dormir "con el peso de una agresión gratuita" de quien no tiene nada sólido que reprocharle. "No le hice nada, ni le debo nada. Más aún, las cuentas podrían ser al revés, ya que cuando esa persona iracunda de ayer se fue a Francia, yo dejé el alma ayudándole a producir, de puro corazón, un espectáculo que se llamó, el nombre lo puse yo, ‘Un adiós para el tamborero'. Después vivió una época gloriosa, nadie puede discutir su talento, tocando en toda Europa con enormes músicos internacionales", afirmó.

"Ha vuelto hace años y yo no le veía porque no me lo crucé nunca más. Y él podría haber hecho el esfuerzo de buscarme si crea que yo podría aportarle algo a su actividad profesional, los que me buscan saben dónde encontrarme. El martes cumpliré 68 años y estaré parado en una edad en la que uno empieza a perder ciertas inhibiciones para decir lo que siente. Por eso, como desahogo de una serie de injustos improperios que me fueron endilgados frente a amigos de toda una vida, escribo estas palabras antes de intentar el sueño. Algunos se estarán preguntando a quién me refiero. Sería elegante dejar la incógnita o hacerse el distraído.
El que hoy apuñaló un afecto que he sentido por el desde nuestra juventud paralelo a la admiración del buen músico que ha sido siempre, no es otro que Jorge Trasante. Adiós tamborero", concluyó Macunaíma, en referencia al legendario músico uruguayo que en Uruguay hizo historia con Eduardo Mateo (entre tantos otros) y que en el exterior fue integrante de los Gipsy Kings.