"Me llamo Carolina, tengo 32 años y soy hija de un emigrante gallego. Mi padre, Celso Domínguez (72) dejó Pereira, en Bande (Ourense) con cuatro años junto a mis abuelos, Francisca y Celso, y mi tío Jesús", cuenta la periodista en una crónica publicada por el periódico matritense El Mundo.
-¿Usted conoció a mi abuela?
— Carolina Domínguez (@carodominguezuy) 7 de noviembre de 2018
-¡Cómo no voy a conocer a Francisca!
Rosa era la vecina de mi abuela y testigo de cómo mi abuelo la conquistó entre baile y baile. pic.twitter.com/LiXXweznDr
En el pueblo del que partió su familia hoy viven apenas 48 habitantes, pero las memorias permanecen para quien sabe buscarlas. En su artículo, Carolina agradece la cordialidad y memoria de los vecinos del lugar, que le permitieron hallar las huellas de su familia y ver -por vez primera -los rostros de sus bisabuelos, gracias a fotos conservadas en el pueblo.
[...] La mayoría de las casas de los emigrantes de Pereira quedaron abandonadas. Ellos no volvieron porque no tenían cómo devolver el dinero del ticket del barco. Hasta un abrigo ha quedado colgado ????
— Carolina Domínguez (@carodominguezuy) 7 de noviembre de 2018
• @elmundoes
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"Este viaje me hace comprender la fortaleza de mi familia, principalmente de mi abuela. Confieso que ver las piernas robustas y andares firmes de una mujer mayor en una iglesia de Ourense me emocionó hasta las lágrimas. ¿Vaya locura, no? Sí. Eran iguales a las de mi abuela", narra la comunicadora en su crónica, que puede leerse completa aquí.
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