Carta de repudio a Wanda Nara preocupa al Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Uruguay

Hace pocos días, los medios argentinos se hicieron eco de un comunicado de apoyo a la exempleada de Wanda Nara, Carmen Cisnero, en el que, supuestamente, el Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Uruguay se solidariza con su compatriota e incluso le pide al presidente Luis Lacalle Pou que declare a la mediática argentina como “persona no grata” en nuestro país.

El texto, enviado al periodista Juan Etchegoyen (del programa Mitre Live), fue levantado por varios medios de la vecina orilla y se lo asoció al nombre de la trabajadora doméstica Rosa Fuentes.

“Hemos visto a Carmen hablar con un dolor inconmensurable de lo que vivió en la mansión de la familia Icardi y nos queremos solidarizar profundamente. Ella cuenta con todo nuestro apoyo”, dice la carta, que luego incluye un mensaje personal para Carmen: “Hacemos extensivo nuestro abrazo a vos y a toda tu familia en este difícil momento”.

En otro fragmento, las —o los— responsables del mensaje se dirigen directamente al mandatario uruguayo en los siguientes términos: “Estimado Señor Presidente de la Nación, Luis Lacalle Pou, exigimos que la señora Wanda Nara sea persona no grata en Uruguay. No se puede permitir semejante maltrato público hacia nuestra compañera, queremos dejarle en claro a Wanda Nara esto: ‘acá no sos bienvenida, no sos persona grata’”.

También señalan que insistirán en su pedido al presidente y convocan “a compañeros y compañeras de todo el país” para que su lucha “tome fuerza”.

Por último, expresan que “su repudio se extiende hacia Mauro Icardi, pareja de la señora Nara, que también le incluyen las mismas palabras expresadas sobre su esposa hacia él” y firman como trabajadoras domésticas uruguayas.

Consultada al respecto, la actual presidenta del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas, Lucía Gándara, comentó que desconoce el origen de ese comunicado, ya que el sindicato que preside no emitió esa carta, y desconoce quién es la señora Rosa Fuentes, ya que no pertenece a la directiva de su sindicato.

En definitiva, la carta es solo una manifestación de alguien que repudia la actitud de la empresaria, en relación a la exempleada Carmen Cisnero, y nada tiene que ver con el sindicato de empleadas domésticas del Uruguay.