Nacho Álvarez reflexionó sobre el video y respondió a las “feminazis”

"Buenos y expuestos días", comenzó diciendo. "No voy a negar lo obvio. La tónica de este programa es ir de frente. Yo comparto mi vida, por la impronta que tiene este programa. Por eso quiero compartir como estoy viviendo el episodio del video. Parece que me transformé en actor porno, en vez de periodista", ironizó.

Luego relató cómo fue el robo de su celular y la posterior filtración del material. "Todo empezó el lunes. El martes conté cómo me habían robado a plena luz del día. Fue a las 10:30 de la mañana. Estaba la ventana abierta de la planta alta. Estaba mi mujer, mi hijo chico, la hija de Fablet. La empleada sube y ve un tipo adentro del cuarto. El tipo sale corriendo cuando la ve, y ella se dio cuenta que era un ladrón. Era un tipo con gorrita, con guantes, que trepó por la pared lindera y salió con una caja. Vuelve a entrar y se encuentra con Dahiana, la empleada".

"Cuando llegué estaba la policía. Habían robado un par de porquerías y también un celular viejo, que prácticamente no usaba. Es un celular Samsung Galaxy que compré en el 2010, pero se colgaba a cada rato. En su momento estaba bárbaro. A veces lo usaba para llamadas telefónicas de algún informe de 'Santo y Seña', o lo usaba para grabar alguna conversación telefónica. Estaba en un cajón y obviamente ni me acordaba del video".

La aparición de las imágenes. "Había borrado todo lo que pensaba que había. El martes mismo, mirando los mensajes del monitor del programa, veo un mensaje de texto que me pregunta si soy yo el del video. No tenía la menor idea de lo que hablaba, pero algo me hizo ruido. Le pregunté por su número de celular y me dijo lo del video. Me manda el video y en una tanda voy al baño y cuando lo veo me quería matar. Me vino a la memoria, me quería enterrar, imagínate la vergüenza. O el pudor más bien, porque yo no hice nada malo, hice lo que hacemos todos. Esto es una bomba de tiempo, pensé".

"Salimos al aire después de la tanda, con la procesión yendo por dentro. Desde ese día hasta el jueves cuando reventó, y mi esperanza de que quedara por esa falleció. Desde entonces osciló en una especie de péndulo, de desaparecer de la faz de la tierra porque todo el mundo vio algo de mi intimidad, y por otro lo veo desde el extremo opuesto y digo: ¿qué tanto drama? ¿Qué pasa? Después de analizarlo estos días, me doy cuenta que seguí haciendo lo de siempre. Esto es poner el dedo en la llaga, plantear preguntas y respuestas. ¿Qué lugar ocupa el sexo en nuestra sociedad? ¿Qué tan mojigatos somos?".

La investigación. "Ayer fui a Delitos Informáticos, radiqué la denuncia para intentar encontrar el responsable. Me han llamado policías, dirigentes políticos y me dicen que no es casual que hayan entrado. Yo no compro esa teoría conspiratoria, pero todo este circo no se desataba si no fuera quien soy. Lo sé y lo asumo. Despierto amores y odios. Algunos me tildan de facho y desean que me muriera y muchos poco menos que me idolatran y me ponen como salvador de la patria. Ni una cosa ni la otra. Pero tengo claro lo que genero por jugarme, convivo con eso día a día".

"Algo de positivo tuvo todo este episodio, la cantidad de apoyo ha sido mucho más que los palos. Cientos de mensajes de todo el país, de afuera, colegas, políticos, personas que saben ver lo importante. De todas formas, este circo que se ha armado tiene una parte lógica, predecible, pero no por ello deja de llamarme la atención la agresión de algunos comentarios y la condena social por algo tan natural como una relación sexual. Vamos arriba. No soy bobo, no es una relación. Es Nacho Álvarez teniendo sexo. Pah, con todo lo que eso significa. ¿Qué pensás, que me voy al monasterio cuando salgo del trabajo?".

"Y a veces mezclando con cosas que no tienen nada que ver, porque son limitados o muy mala leche. Las cámaras ocultas que hicimos las hicimos para denunciar a estafadores o mostrar la miseria de los viejitos del Etchepare o escrachar un cirujano trucho y tantas otras escorias de la sociedad. El videíto es algo de mi intimidad que un chorro me robó de un cajón. Acá la víctima soy yo, y el hdp es el que lo difundió. No sé si el robo fue casual, pero el que difundió el video lo hizo sabiendo que era yo y buscando causarme un daño. A ese tipo me gustaría encontrarlo y a ese tipo lo está buscando la policía. La tecnología permite rastrearlo y ojalá se pueda. No va a cambiar lo que me pasó a mí, pero quizá pueda evitar que le pase a otro en el futuro".

"Hay que reflexionar que algo tan trivial, que yo tantas veces hice, como mandar un video, puede causar un daño enorme. Últimamente he tenido cuidado con eso. Yo no quise pasar por ejemplo el audio de (Juan Carlos) Scelza, que fue grabado de canuto".

De la repercusión. "Con algunos chistes me cagué de risa, lo puedo entender. Pero una cosa es el humor y el otro subirse el carro de esta inquisición de los pseudo moralistas e hipócritas".

"A mis amigas las feminazis, por estos mensajes criticando el destrato. ¿No se les ocurrió pensar que a hombres y mujeres les puede gustar el juego del morbo, hablarse así? No era una prostituta, además, era un juego, y usar ese lenguaje no necesariamente es humillar a la otra persona. Uno puede hacer eso o emocionarse hasta las lágrimas haciendo el amor. ¿Ahora se horrorizan por unas palabras subidas de tono en un video?".