Contenido creado por Lorena Zeballos
Pantallazo
Estamos perdidos

La tercera temporada de “La casa de papel” jugará con muchas líneas temporales

El director de la serie dio pinceladas de cómo será la nueva entrega: “Vamos a intentar trabajar la fragmentación, el desorden temporal”.

20.06.2018 17:38

Lectura: 3'

2018-06-20T17:38:00-03:00
Compartir en

La preparación de la tercera temporada tiene en ascuas a medio planeta. La casa de papel, la serie de habla no inglesa más vista en Netflix, es un auténtico fenómeno social cuya fuerza reside en "descolocar" moralmente al espectador, dijo a la AFP su creador Álex Pina.

Cuando el gigante estadounidense empezó a difundir el año pasado esta serie española sobre un espectacular atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de Madrid, la convirtió inesperadamente en oro. Y es que previamente, su exhibición en el canal de televisión español Antena 3 había cosechado una audiencia limitada.

Apoyada en una simbología fuerte, como la canción de resistencia "Bella ciao" (Adiós bella), a la que la serie ha dado una segunda vida, o las caretas de Dalí que llevan los atracadores y se venden a raudales en la calle, "La casa de papel" engancha hasta a famosos, desde Neymar a Alejandro Sanz, quien solicitó un DVD antes de su estreno en Netflix, según Pina.

"El mensaje político es la última cosa de la que queremos hablar en la escala de cosas que queremos hablar. Tenemos una banda de desencantados, de gente perdedora, una Tokio que no tiene adónde ir, una Nairobi que tiene una historia tremenda, todos los personajes tienen un poso de una realidad muy dura, donde tú te sumas a ellos porque quieres que ganen", expresó Pina.

El director de la serie aseguró que hoy día las audiencias están marcadas por la repercusión en las redes sociales: "No está muy claro el perfil, porque le gusta a mucha gente. Netflix no da datos, pero a día de hoy de alguna manera no se necesitan porque las redes sociales te sitúan en lugares: la comunicación es directa".

El éxito de la serie, para Pina, radica en el juego constante entre el bien y el mal: "Estamos descolocando al espectador moralmente. No sabe si Berlín es un tipo al que hay que odiar, es realmente misógino, despreciable, cruel, y luego lo adoras. Estamos cambiando el foco moral y manipulando al espectador y creo que al espectador le gusta que hagamos eso".

Pero lo que realmente importa al público es, si la segunda temporada se "cerró", ¿Cómo va a seguir la tercera entrega? "Estuvimos dos meses pensando si podíamos abrir (la serie). Encontramos una idea que creemos que es maravillosa, fuimos a Netflix y todo se puso en marcha. Vamos a intentar trabajar la fragmentación, el desorden temporal. Cada vez el espectador es más experto, ve muchísimas horas de ficción al día. Puede que lleguemos a manejar cinco tiempos en un mismo capítulo", adelantó el director.

Fuente: AFP