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La noche de las dos horas

José Mujica sobre "La noche de los 12 años": "La película la sufrí"

"¿Cuántas películas podrían hacerse con sufrimientos parecidos?", se preguntó el exmandatario.

26.09.2018 08:55

Lectura: 3'

2018-09-26T08:55:00-03:00
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José Mujica estuvo en Buenos Aires para participar de la presentación de la película La noche de los 12 años, de Álvaro Brechner, que narra los 12 años de cautiverio por los que pasaron tanto el expresidente como sus compañeros Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro. Estando en Argentina, fue entrevistado por el diario Clarín, que lo consultó sobre la película.

"Si me gustó o no la película, es una pregunta un poco simple. La sufrí, que no es lo mismo. Para mí, es inevitable que remueva muchas cosas. En especial, por la gente que uno quiere mucho y ya no está, como mi madre, mi hermana, en fin... Es una película muy fuerte... Fue fuerte la realidad. En alguna medida, la película representa lo que vivió muchísima gente por acá, por el Río de la Plata... Se basa en tres personajes, pero representa a toda una época. La historia se transformó en una película, porque ya había un libro que se difundió mucho. ¿Cuántas películas podrían hacerse con sufrimientos parecidos?", opinó Mujica sobre el filme, además de felicitar a Antonio de La Torre, que lo encarna en la película.

En charla con Clarín, Mujica aseguró que el momento más difícil de los 12 años de prisión fue enterarse de la muerte de algunos de sus compañeros en Buenos Aires.

"Para cansarme, yo trataba de seguir una disciplina, de caminar tres pasos para acá y tres pasos para allá durante una buena parte del día. También me dedicaba a recordar las escenas del trabajo que había hecho en una chacrita... Imaginaba las herramientas que podía construir. Eso lo hice durante los primeros tiempos... Después del séptimo año de encierro me permitieron tener algunos libros...De técnica, de ciencia... Ahí empecé a estudiar fuerte: química, física, biología", contó.

Al salir, tenía un cometido: conseguir un local para volver a juntarnos. "Salí, le di un beso a mi madre, llegué a mi casa, me encontré con mi hermana, les di un abrazo a mis amigos y salí a conseguir el local que necesitábamos. Lo encontré en un antiguo convento de los padres franciscanos", explicó el expresidente. ¿Qué disfrutó más al salir? "El abrazo de la vieja, la comida de la olla, el encuentro con viejos amigos de la infancia, del barrio".

"En aquellos años de prisión tuve muchas conversaciones con los soldados. Yo en mi calabozo y ellos en la guardia. Es más: me hice amigo de algunos soldados, y la amistad se mantiene hasta hoy, cuando ya son soldados retirados", agregó.

Cuando le preguntan si tuvo algún sentido el encierro de aquellos años, replicó: "Y qué sentido tiene la vida? ¿Para usted tiene algún sentido la vida hoy? ¿O vive porque come y duerme y trabaja? El sentido lo andamos buscando, ¿verdad? La diferencia que tenemos los seres humanos con las hormigas y la lechuga es que nacemos por milagro. Estar vivo es un milagro", dijo.